Las pruebas no funcionales de software se convierten en un apoyo interesante para saber cuál es el nivel de respuesta. ¡Conoce más detalles para entender cómo funciona!
Qué son las pruebas no funcionales de software
Las pruebas no funcionales se realizan, no tanto en relación con las funcionalidades de un software, sino en relación con la capacidad de respuesta, sus riesgos y rendimientos. O, dicho de otra manera, se quiere comprobar si el servidor responde bien ante la instalación e implementación y, de esta forma, ver si lo podemos utilizar o si hay que devolverlo.
Esta fase también se denomina testing no funcional y, en cualquier caso, se debería ejecutar antes de usar el software. Por ejemplo, el fabricante o desarrollador debería hacer estas pruebas antes de comercializarlo, y los compradores también han de asegurarse de que, efectivamente, el software funcionará bien en sus equipos.
Las posibilidades que existen en este ámbito son diversas. Hay que destacar las siguientes pruebas no funcionales de software:
Pruebas de carga
Las pruebas de carga consisten, básicamente, en efectuar múltiples entradas para comprobar hasta qué punto el software sigue desempeñando su trabajo con eficacia. Lo que se busca, en definitiva, es ver si la carga publicitada por el fabricante es la real. De esta manera, se conoce la capacidad de respuesta.
Pruebas de infraestructura
Las pruebas de infraestructura están también relacionadas, en este caso, con determinadas cuestiones como son la escalabilidad, la continuidad o la disponibilidad del software. La idea es que se complementen con otro tipo de cargas.
Pruebas de seguridad
Las pruebas de seguridad están destinadas a revisar que el software tenga o no vulnerabilidades. Y, en el caso de que estas existan, si son mayores de las esperadas según lo indicado por el fabricante. Hay que comprobar si es posible entrar con otras cuentas o no.
Pruebas de rendimiento
Las pruebas de rendimiento son otro de los puntos que hay que conocer cuando se aplican al software. Por ejemplo, se encargan de verificar si hay algún problema adicional de carga, concurrencia o escalabilidad.
Pruebas de estrés
Las pruebas de estrés sirven para determinar cuáles son los límites reales del uso de un software. En primer lugar, midiendo el punto de límite para empleo seguro de la aplicación. Por otra parte, conocerás cuáles son los puntos de ruptura, a partir de los cuales no funciona el software. Además, es muy conveniente revisar en qué lugares se falla.
Pruebas de volumen
Las pruebas de volumen son interesantes, puesto que proporcionan ese punto necesario de capacidad. Por lo tanto, es bueno que lo tengas en cuenta porque, de esta forma, será mucho más fácil que funcione. La idea principal es que revises que, efectivamente, el volumen del software está correctamente acoplado con el hardware y que tiene las prestaciones esperadas.
Conclusión
Las pruebas no funcionales de software, por muchos motivos, son clave para saber cómo va a responder esta solución en tu equipo. ¿Quieres saber más acerca de cómo gestionar estas cuestiones? En Training IT impartimos formación especializada para particulares y empresas. ¡Contáctanos para saber más detalles y matricularte en nuestros cursos!
